No sería posible entrar en la dimensión de los recursos
divinos, ser llevado a una experiencia
más profunda con Dios. Que
puedas ver la mano de Dios palpablemente. Experimentar el poder y la gracia de Dios, hasta
que llegues a la frontera de tus propios recursos.
Solo es hasta ese momento, cuando ya no tienes posibilidades,
cuando se termina tu poderío humano,
tur recursos, tus cartas debajo de la manga, tu plan B, tu influencia política y religiosa, y puedes gritar hacia el cielo
con desespero: Dios ayúdame! Entonces
es cuando Dios se va a mover a tu favor.
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